La mañana del domingo amanecía gris, lluviosa y, a medida que nos acercábamos a la sierra, con más niebla de lo deseado. Las predicciones no mostraban lluvia, pero si una humedad del 90% que, junto con los 15º-16º, nos prometían una buena sudada.
La recogida de dorsales fue rápida, y es que Lolo, Alex y yo llegamos temprano, además tan sólo se permitieron 150 participantes, el primer acierto de la organización a mi entender, ya que, el trazado recorría pequeños senderos del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, y limitar el número en este tipo de actividades es el primer paso para conseguir el menor impacto posible en el entorno.
La carrera, con aproximadamente 5 km de recorrido y 1.050m de desnivel positivo tampoco defraudó. Se trató de una carrera muy rápida, al menos en los 3,5 km primeros, siempre subiendo, pero con una pendiente "casi-siempre" corrible ( al menos para un aficionado como yo).
(Cortesía de la organización) |
(Cortesía de la organización) |
La bajada, no cronometrada y por el mismo recorrido de subida, nos dejó contemplar un poco más el maravilloso entorno en el que discurrió la carrera y nos permitió oxigenar un poco nuestras piernas, analizando el esfuerzo y el tipo de carrera al que nos habíamos enfrentado: una carrera en la que durante algo más de una hora sabes que tienes que rendir por encima del 90%, sin posibilidad de descanso, sin tregua, entregándote desde el principio hasta el final.
(Cortesía de la organización) |
Realmente una carrera para no olvidar...una carrera para repetir!
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